1. Debemos conocer nuestros objetivos financieros y su tolerancia al riesgo para poder elegir inversiones con un nivel de riesgo, rentabilidad y plazo adecuados para nuestro perfil. Nunca invertir en productos que no entendemos.
2. Siempre es mejor pedir opinión a expertos financieros. Para evitar disgustos, mantenga contacto con su intermediario y determine el alcance de sus responsabilidades y libertad de actuar, así como su estilo y filosofía.
3. Hay que invertir el excedente una vez cubiertos nuestros gastos y dejar liquidez para 5-6 meses para casos de emergencia. Debemos sanear nuestra situación financiera actual antes de tomar decisiones de inversión.
4. Invierta para el largo plazo. Los mercados suben y bajan, pero a largo plazo suele haber más subidas que bajadas.
5. Diversificar su inversión es una buena opción para limitar el riesgo y obtener interesantes rentabilidades.
6. ¡Cuidado con los costes! Compare bien las tarifas y comisiones de cada entidad. Inciden mucho en la rentabilidad final de su inversión.
7. Evite realizar un exceso de operaciones en un intento de “ganar al mercado”. No es recomendable. Hay que tener en cuenta que los costes de realizar múltiples transacciones disminuyen la rentabilidad. De hecho, uno de los principales errores del inversor particular es realizar un exceso de órdenes de compra y venta de valores.
8. Empiece a invertir en cuanto pueda. El factor más importante para la rentabilidad del capital invertido es el factor tiempo.
Hay una regla financiera muy simple que nos puede ayudar. Se le denomina la regla del 72: Es una orientación para saber los años necesarios para que una inversión con interés compuesto doble su valor. Simplemente, hay que dividir 72 entre el tipo de interés.
72 / Tipo de interés = Número de años
Por ejemplo, una inversión con interés compuesto del 6%, doblará en valor en 12 años.
De la misma forma, se puede saber el tipo de interés necesario para que una inversión doble su valor en un número determinado de años.
72 / Número de años = Tipo de interés necesario
9. La disciplina y paciencia son rasgos importantes para el pequeño inversor. El miedo y la avaricia son sus enemigos. Hay que evitar “comprar caro” cuando los mercados viven momentos eufóricos y “vender barato” en los momentos de crisis.
10. En cuanto a la disciplina de inversión, es recomendable hacer aportaciones periódicas y regulares, aunque sean de pequeña cantidad, en vez de esperar lo que pueden parecer momentos oportunos para invertir cantidades más grandes. Esta táctica reduce riesgos y permite comprar más cuando los precios son bajos, y menos cuando los precios suben. Se aprovechan los mejores del momento del mercado y la rentabilidad del interés compuesto.
11. Cuidado con los chiringuitos financieros. La Comisión Nacional del Mercado de Valores dispone de una lista con los denominados "chiringuitos financieros" que nos va a evitar más de un susto cuando nos ofrezcan inversiones muy rentables sin apenas riesgo.