viernes, 23 de julio de 2010

PRÉSTAMOS PERSONALES: NOTAS DE INTERÉS

Un préstamo personal es un contrato por el que una entidad financiera adelanta una cantidad de dinero (principal) a otra persona llamada prestatario, con la obligación de que devuelva el principal y abone además unos intereses pactados y los gastos derivados de la operación.

Hay infinidad de préstamos personales, también llamados préstamos de consumo, con distintos nombres comerciales (préstamos coche, créditos vacaciones, préstamos bodas…), pero con unas mínimas variaciones todos son prácticamente lo mismo.

Para comparar la gran oferta de préstamos de consumo en el mercado hay que considerar:

    * Tipo de interés.
    * Comisiones de apertura y cancelación (total o parcial).
    * Otros gastos.
    * Plazo de amortización (el tiempo para devolver el dinero prestado).
    * Importe de la cuota mensual (vendrá determinado por la TAE y el plazo).

TIPO DE INTERÉS

El tipo de interés es el precio que la entidad financiera le cobrará por prestarle el dinero que solicita. Antes de decidirse, compare distintas ofertas, pero no se fije sólo en el tipo de interés nominal, sino en la TAE, (más certera si examina préstamos con un mismo plazo de amortización). La TAE es un cálculo, un tanto complejo, que incluye el tipo de interés nominal y las comisiones que puedan aplicarle a su préstamo, teniendo en cuenta el plazo de la operación. Es un indicador mucho más acertado del coste real del préstamo.

Algunos préstamos pueden tener un tipo de interés nominal bajo, pero muchas comisiones por otros conceptos (apertura, cancelación, amortización parcial, estudio…). Así puede ocurrir que un préstamo al 4% de interés nominal nos sale más caro que otro al 6%, pero con menos comisiones, por ejemplo.
El rango de tipos de interés aplicado en el mercado es muy heterogéneo por lo que es muy difícil hacer una aproximación exacta. Intervienen factores como riesgo del cliente, importe del bien a financiar, entidad financiera...etc. Sólo podemos comentar que un préstamo al consumo o personal en una horquilla del 4% al 7% puede ser una buena opción de financiación personal o doméstica.

GARANTÍA

El que contrata un préstamo personal ofrece como garantía todos sus bienes, presentes y futuros.
Los préstamos personales se diferencian de los préstamos hipotecarios por la garantía que tiene la entidad de crédito en caso de producirse un impago. El que contrata un préstamo personal ofrece como garantía todos sus bienes, presentes y futuros. El titular de un préstamo hipotecario ofrece, además de la garantía personal, el propio bien inmueble hipotecado, que pasará a ser propiedad del banco en caso de impago.

Como consecuencia de este mayor riesgo por parte de los bancos y cajas, los préstamos personales suelen tener un tipo de interés más alto y un plazo de amortización más corto que los hipotecarios. Es decir, resultan más caros y disponemos de menos tiempo para devolverlos. El importe prestado también es mucho menor de lo que se puede recibir en un préstamo hipotecario.

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